el cuello un biés de donde se forma el gran manto espléndido, primor de alta costura, que se desprende por detrás de un discreto escote en pico y se extiende en un acierto total de majestuosa elegancia. Velo de tul cubriendo por entero la amplitud del manto. Sobre el pelo, recogido, una diadema de brillantes y perlas... El almuerzo, señorial y sin alarde. Franco come siempre el pan de ración que comen los españoles. Cinco años atrás, en una