de la casa de Esteban Maffei en el campo. No lejos de Florencia. Ha pasado la medianoche y el tiempo es tormentoso. Suenan unos aldabonazos y poco después cruza la escena un criado con una luz en la mano. Se cubre con una ropa improvisada. Desaparece por un corredor por el que vuelve a entrar precediendo a Maffei y a Montesecco.) CRIADO.- ¡Señor Esteban, qué sorpresa tan inesperada! Me compensa de los sustos que me han dado primero