(Entre los árboles, se divisa la silueta de un hombre que se acerca. El hombre vuelve a hablar igual que antes, quizá repite la misma frase, pero el ruido de la lluvia, del viento, de las hojas cubre sus palabras. Maffei pregunta frenético.) ¿Qué decís? MONTESECCO.- Que ha llegado al claro del bosque y ahora es visible.) Que alcéis los brazos, eso digo. Y que os alcéis vos mismo también si os