- (Con la entonación fría e inalterable de costumbre.) Perdón, señor. Se abalanzó de improviso hacia el micrófono. JAVIER.- ¿Le han golpeado? VOZ.- Se recuperará en seguida, no se preocupe. Arreglaremos este incidente sin molestarle más. ERNESTO.- (Aconsejando a Javier, pero en esta ocasión con un énfasis intencionado). La policía. Que lo entreguen a la policía. Averiguarán lo que pretendía.