Iba a dejarla allí, tendida, tras ocuparse de cubrir su cuerpo con una manta quizá, al igual que la caja volcada en la alfombra, las toallas sucias amontonadas en el suelo del cuarto de baño, la ventana de la sala abierta... todo cuanto abonase la idea de despego y cancelación. Deseaba partir dejando entender el hecho y sus consecuencias de modo claro para que no cupiera duda, a quienes descubriesen esa terrible escena, sobre su decisión de ser