su idioma, si no fuera así no recurrirían a ese truco para protegerse, vamos, es lo que yo me digo. Comentarios, teorías, suposiciones reiterados día tras día mientras los mensajes, pintados con esprai grueso, cubrían los muros de las callejuelas adyacentes al bulevar, brincaban sin rebozo a éste, hacían una insolente y provocadora aparición en los bajos de la propia comisaría de policía. ¡Habráse visto, pronto seremos nosotros los extranjeros y ellos, esa