Y estas prédicas, de tanto multiplicarse y asediar por todos los flancos, acababan surtiendo su efecto. De vez en cuando, en las publicaciones de la época, se hacen encuestas a las chicas que estudia o que trabajan y casi todas contestan lo mismo: que cuando se casen dejarán de hacerlo. Que están esperando al Príncipe Azul. Algunas universitarias --como una tal Blanca, entrevistada por la revista Medina-- hacían alarde de sinceridad al confesar que estudiaba ...para