, y tú ¿qué?; ya hay guerrilla urbana en Segovia, y tú ¿qué? Recostada en la pared desconchada, los piececitos descalzos en el bordillo de un macizo de flores, la dulce criatura de sus sueños le observa asimismo con reprobación. La belleza impúber de sus rasgos, sus gestos y ademanes armoniosos, su inocente y prodigiosa malicia se combinan ahora con una expresión de aburrimiento y disgusto que presagia un súbito cambio de humor. La escena impuesta por el