los "Al contrario", le respondí, y le hablé de tu silencio anterior a la creación. Era la primera vez que hablaba yo de un solo impulso y durante un tiempo considerable, al menos para mí, y Zadkin me observaba en silencio, después me dijo sacudiendo la cabeza: "Se ha mexicanizado usted tanto que ha olvidado cómo hacer el té." Es cierto, me las arreglé para que el té no fuera bueno. Ossip Zadkin se fue a