con Ernesto.) ¿Por qué no lo cuentas tú? ¡No es una sospecha! ¡Fue a verte a Londres! ¡Lo sé! ¡Me lo dijo ella! ¡Volvió radiante y maligna! ¡Cómo volvió! Extasiada... ¡Ni tú habías podido escaparasuhechizo!Leencantaponerloapruebaydemostrarlo. (Lívido, Ernesto guarda silencio. Es Adela la que replica:) ADELA.- No es cierto. Erni no ha hecho eso. JAVIER.- ¿Por qué no? Es un gran coleccionista. Siente