les dijiste la verdad? --¡Hombre --dijo mi hermana--, no iba a delatar a tu novia! Me quedé meditando unos instantes, al cabo de los cuales dije: --Has hecho muy bien, Cándida. Y no te preocupes pornada,queyoloarreglarétodo. --Seguro --dijo ella. Y con esto dio fin nuestro coloquio, porque los dos policías se la llevaron en una dirección y a mí me arrastró en la opuesta el