su cuarto. Pero ¿quién había sido?, se preguntó todavía extrañado al ver que los tres sospechosos del principio podían seguir siendo los autores del robo y de la posterior devolución. Betina se lo había desmentido de forma rotunda, pero Jano seguía teniendo sus dudasalrespecto.Observóqueelpaquetellevaba puesto el matasellos del pueblo, pero no pudo distinguir la fecha de expedición, que estaba borrosa. Betina podía haber enviado perfectamente el paquete desde allí, aprovechando su