para violín. Furtivamente --como le había visto hacerlo a Betina días atrás-- subió a la terraza de madera y echó una mirada por la ventana de la habitación de Peter. Se sorprendió al ver aquel espacio como desprovisto de vida. Alatenueluzdelalámparaobservólahabitación libre del caballete, de la paleta, de los bocetos que el pintor extendía con frecuencia por todos los lugares. En un rincón vio enrollados y atados con un cordel