, chirridos alrededor..., ¡ qué sé yo! Como si la casa entera se meneara también sobre la tierra para acomodarse mejor y le sonaran las coyunturas; pero no era eso, lo acabé comprendiendo; era que ella contaba cosas,lamuyparlera...Coneltiempoaprendía escucharla, como tú aprenderás, angelote mío, porque voy a enseñarte todo lo que importa... Ya sé, ya sé, me queda poco tiempo, pero me basta: en la vida sólo