conductores. Pero hay que aceptar, asimismo, que los cómplices de la demagogia y el fanatismo de los dirigentes palestinos han sido la intransigencia israelí, el egoísmo jordano y la tortuosa política de varios Estados árabes, principalmente Siria y Libia. Durantelasegundaguerramundial,AndréBretonescribió: «El mundo le debe una reparación al pueblo judío.» Desde que las leí, hice mías esas palabras. Cuarenta años después digo: Israel debe una reparación a los palestinos