gran resaca de Europa. Somos la consecuencia de vuestra embriaguez.» He vuelto a Nueva York y está nevando. Durante todo el día me ha perseguido la nostalgia de los climas cálidos. Alguna vez me iré a una isla del Mediterráneo, plantarémihigueraymibuganvillayaprenderéaenvejecer. Esperaré como Walt Whitman que llegue la vejez «con la deliciosa seguridad de la muerte». Pero, mientras tanto, también es deslumbrante vivir en una gran ciudad nevada