, papá, no te vayas a pasar de largo. EDUARDO.- Gracioso. Vuestro hermano siempre fue el gracioso de la familia. ERNESTO.- Y tu preferido. ¿A que sí? ADELA.- (Se ha apartado unos pasos y ha encendido un cigarrillo.) Papá nunca ha tenido un preferido especial, ¿verdad? EDUARDO.- Desde luego que no. No he pegado ojo de impaciencia, sabiendo que estábais los cuatro aquí abajo. Pero quise