EDUARDO.- (Ha llegado a su sillón y toma asiento.) ¡Maldita sea! ¿Por qué no podéis veros con mayor frecuencia? Al menos una reunión anual. ¿Es mucho pedir? (Ramón le está colocando unos almohadones detrás de la espalda.) ¿Saber que mis hijos están juntos un día al año? RAMON.- No es por falta de ganas. Pero estamos tan ocupados... EDUARDO.- ¡Tonterías! Los ex-alumnos de muchos