Una vez traspasado el umbral de la presentación, el hombre seguía llevando la batuta de las relaciones a seguir. Podíaintensificar las o replegarse, es decir, descargar de todo sentido amoroso la relación iniciada y convertirse en un chico conocido al que se dice adiós por la calle. Por cierto, que hasta para una cosa tan simple, algunas jóvenes indecisas necesitaban pedir orientación, tanto se las había atosigado con el respeto a las normas. Si se conoce a un chico