comentario: El hombre difícilmente «se entiende» con la mujer, para decirlo con frase vulgar; «no es comprendido» diríamos más sutilmente. ¿Por qué --se pregunta uno-- había de ser vulgar una frase que alude a algo tan sano y deseable como el entendimiento entre un hombre y una mujer, si no fuera por la desviación semántica que había captado el vocablo para la órbita de las satisfacciones prohibidas? Bien claro queda en este rastro lingüístico que la