lalolaloslase injusta y tratar de acallarla. Fernando VII fue el traidor más abyecto de la historia de España, pues hasta en las mejores familias puede darse un bellaco, salvo que las casas reales sufren la desventaja de que sus hechos se guarden con más larga y segura memoria; pero si por la consideración que ha sabido merecernos la muy digna y estimable persona de su actual descendiente y sucesor, escamoteásemos, por ejemplo, las cartas de