los intelectuales --entre ellos muchos comunistas- los que iniciaron el examen crítico. Es claro que sin la acción de los intelectuales de izquierda la evolución de los partidos comunistas europeos hubiera sido imposible. Gracias a ellos no se pueden hoy repetir impunemente las mentiras de hace diez o quince años. (Contrasta esta actitud con la de tantos intelectuales latinoamericanos, que no abren la boca sino para recitar los catecismos redactados en La Habana.) La crítica de los intelectuales europeos fue eficaz