la diminuta esfera terrestre en que gira alrededor de un astro local y a la postre insignificante no merece desde luego ninguna atención particular ni trato privilegiado; su país, el país del que, como decenas de millares de coterráneos, había escapado un cuarto de siglo antes tampoco es la viga maestra ni el ombligo de la Creación. Si cada individuo tiene un valor igual a otro, cualquier rincón del mundo, incluso el más triste y desamparado, merece la misma solicitud e importancia