en él. Le obedeces, con ansiedad creciente, cuando escuchas gritos e insultos en la estancia vecina y un grupo de policías arrastran a empellones y patadas a dos miserables descuideros pillados con las manos en la masa. Los chorizos se cubren como pueden de los golpes y son empujados al banquillo en el que estás tú. ¡El cinturón, el reloj, la cartera, los cordones de los zapatos, todo fuera, rápido! Mientras ellos acatan velozmente el ucase, intentarás
PAI:121.05
CUBRIR.1a - Protegerse de los golpes de un contrincante.