--Está completamente loca --afirmó Genoveva. Julián acercó la botella, se sirvió otra copa. --No creo que esté loca --replicó--. Para ella son objetos impregnados de la presencia de David. Y al mismo tiempo necesita apartarlos porque también son los testigos de una ausencia insoportable... «Heme aquí otra vez representando el papel de David, frente a su antagonista Genoveva.» David defiende a su madre. Se levanta el telón... III La chica estaba sentada