derecho a su casa. Por eso hace oídos sordos a Renato y por eso otro paciente de su edad, que se ha dado cuenta de todo, le mira luego con ojos cómplices. El viejo, por su gusto, se marcharía sin pincharse, pero el famoso doctor exigirá el análisis para seguir la rutina. «Rutina y comedia, eso es lo que me cabrea... ¿Me creen un viejo chocho? ¿Piensan que he venido a curarme? ¡