» El viejo aguarda un poco y luego retrocede por el pasillo sin advertir que el hijo, desde su puerta, le ve regresar a la alcobita. Sólo entonces, sonriendo compasivo, se mete Renato despacio en su cama para no despertar a Andrea ni contagiarle así su tristeza. Junto al niño susurra el viejo: «Ahora es cuando no estoy solo, con tus manitas en mi cuello y tú bien dentro de mí. Nada de pelear. Mis brazos para acunarte
SON:283.10
DESPERTARI.1 - Interrumpir o hacer interrumpir el sueño y (de)volver a la consciencia