le precedía por el suntuoso pasillo tratando de adelantar mis glúteos a las punteras de sus zapatos, y así llegamos al término de nuestro periplo, siendo aquél una de las puertas, en cuyo pomo un cartoncito redondo rezaba así: NO MOLESTEN. El comisario golpeó la madera con los nudillos y alguien desde dentro preguntó que quién iba, a lo que replicó el comisario que él, Flores, tras lo cual se abrió la puerta, pese a que el letrerito admonitorio hacía prever
LAB:016.11
MOLESTARI.1 - Disgustar [a alguien] produciendo enfado, fastidio, desazón o inquietud del ánimo