supo porque los dedos que atenazaban sus brazos cedieron de pronto, sin soltar aún. Echó la cabeza atrás, buscando aire, y aflojó las manos; tenía el pulgar derecho acalambrado y lo friccionó insistentemente. Al dejar caer las manos tropezó con el cuerpo, inmóvil entre sus piernas flexionadas. Ya estaba muerta. -Dios mío -murmuró a media voz- ¿qué va a ser de mí ahora? En la habitación reinaba un silencio absoluto. La penumbra se mantenía suspendida
MIR:011.08
TROPEZAR.1 - Golpear de forma accidental [los pies] [contra un obstáculo] al andar, de modo que se produce un desequilibrio