, fue siempre tan paciente, tan resignada. Nunca se quejaba de nada, había nacido para víctima. Cuando se la veía con una moradura en la cara, decía que se había dado un golpe contra una puerta o que había tropezado y se había caído. El niño se levantó en silencio y encendió la luz. Luego, volvió a su silla. --En cambio, tu padre era distinto. Con aquella cara de niño eterno y aquellos ojos dulces, como los
TER:127.15
TROPEZAR.1 - Golpear de forma accidental [los pies] [contra un obstáculo] al andar, de modo que se produce un desequilibrio