por tu valentía, sé muy bien lo que cuesta. ¿Puedo contarte una vieja historia? En realidad es vulgarísima...pero tiene cierta semejanza con la tuya. MIRIAM.- Por favor, Berta. BERTA.- Yo trabajaba desde muy joven en un colegio de monjas, de lo más estricto. MIRIAM.- ¿A qué viene eso ahora? BERTA.- También yo era muy estricta, con mi religión, mi piedad y mi moral. Estaba firmemente