a cuidar una docena de gatos. En los años treinta y en los cincuenta había montado sendas casas de alterne en La Coruña. El hecho de que Dolores Domínguez tuviera un importante capital no era desconocido para las prostitutas que a diario trabajan en la calle Papagayo. "Sabíamos que tenía mucho dinero, porque aquí se sabe todo y todos conocíamos que tenía propiedades, pero no tantas. Nos pudo haber dejado algo a nosotras". Para las chicas de alterne que trabajan en