JAVIER.- (Tomando partido por Adela, evidentemente.) Claro. ¿Cómo se te ocurre? Cuando papá lo dice... EDUARDO.- Nunca tuve esperanza de que pudieras llegar a tocar de una manera discreta, a pesar de la opinión de aquella profesora que tuviste, con gafas. ADELA.- Lo sé, papá. Me lo repetías después de cada lección. EDUARDO.- De modo que no sé por qué insistes. Las cosas o se hacen bien