sólo se vendían cosas de comer, pero Clotilde Armenta les vendió una botella de aguardiente de caña, no sólo por el aprecio que les tenía, sino también porque estaba muy agradecida por la porción de pastel de boda que le habían mandado. Se bebieron la botella entera con dos largas tragantadas, pero siguieron impávidos. "Estaban pasmados --me dijo Clotilde Armenta--, y ya no podían levantar presión ni con petróleo de lámpara." Luego se quitaron las chaquetas de paño
CRO:058.08
MANDARII.1 - Enviar. Hacer que [algo o alguien] vaya a cierto sitio