cara angosta y pálida, de ojos grandes, febriles, oscuros. Nada en él parecía muy limpio. --Odio trabajar en equipo --declaró con furia; suspiró y dijo: --¡El que sólo tiene dos brazos no puede salvar a muchos! Le hablaré con toda claridad: yo elijo a mis pacientes. --Comprendo --contestó Olinden. Por los nervios, comprendía a medias. Se acordó de un recurso para recuperar el aplomo, que a veces daba resultado:
HIS:061.22
SALVARI.1 - Librar(se) (a) [alguien o algo] [de un peligro, desaparición o destrucción]