Filipinas. Tenía ya ocho hijas y estaba de chochillos hasta aquí. Y le dijo en el noveno embarazo: «Si tienes un machito, no te faltará con que envolverlo.» Y cuando vio el pito del niño le regaló cien mantones metidos en cien cajas que daba gusto verlas. Los otros noventa y nueve tomaron el camino del calvario: se los llevó la trampa. ¿Dónde andarán ahora? ¡Ay! CARMIÑA.- A mí éste me lo