ella. Incluso, reconocía un cierto vicio del trato en los últimos años, el que se produce como consecuencia de la fricción natural entre nostalgia y presente. Todo ello, trocaba su angustia en exasperación. Sin embargo, quienquiera que observase su comportamiento diría que la sarta de improperios que se dirigía a sí mismo más parecía una exculpación que una confesión; tal era la irritación que manifestaba. Todo entre ellos dos se le antojaba inarmónico, una falsedad mantenida sobre el recuerdo