Invisible! ¡Sí, ha pactado con él! Carlos le compró unos pantalones vaqueros como los suyos y Miguel saltaba de gozo. Se los probó enseguida y los tocaba, se agachaba, paseaba con ellos puestos por la habitación, observaba su reflejo en el cristal de la ventana. Después, mientras Carlos buscaba en un libro la solución a ciertos ejercicios, Miguel dijo gracias, Morgan, y le confió su secreto del Capitán Flint. «Sólo tú y yo sabemos ahora