había vestido de un modo apropiado para aquel encuentro, más de viejo, de usado, de no importarle. Él, sin embargo, pensando en el teatro, se había puesto una camisa nueva y hasta corbata, aunque luego observó que Julián no llevaba nada especial; como siempre, un jersey maravilloso, no se sabe de dónde los sacaba, y zapatos de suela gruesa y un pantalón de tejido áspero, pero con aspecto de muy bueno... --Venga, vámo