agresión del agua helada. El espejo le devolvió un rostro enrojecido, los labios morados, los ojos gris verdoso, el pelo negro. La nariz parecía haber aumentado en los últimos tiempos. David se colocó de perfil y trató de observarse volviendo los ojos hasta el límite. Si, la nariz era más larga, más afilada, pero se mantenía recta y perfecta, no se había alterado su proporción en el conjunto de los rasgos. Sin dejar de observarse,