un aspecto del divorcio entre la realidad y la ideología; otras manifestaciones de esta contradicción son la inquietante reaparición del paneslavismo, la nostalgia por la autocracia zarista, el antisemitismo y el nacionalismo granruso. El pasado de Rusia está vivo y regresa. Más profundamente aún que esas tendencias ideológicas, se agitan otras aspiraciones que aún no aciertan a expresarse pero cuyas demandas son más amplias y más concretas que las de los intelectuales. Por ejemplo, todos los viajeros han observado la avidez