enteras de que estás muerto, ¿qué más da?... Aunque ahora sí me importa, porque me necesitas, no puedo dejarte solo en este Milán de asco... ¿Sabes? No quería decírtelo, pero se me ha escapado y más vale que te vayas haciendo a la idea: esta Nochebuena es mi última y, si no, seguro la siguiente... No te apures, tengo tiempo para dejarte en el buen camino; ya vas marchando por