regla es la espontaneidad, el libre impulso afectivo, ¿ verdad ? Las tres cabezas del diván asienten repetidamente. La directoraanimadora sonríe. En realidad, todo el mundo aquí sonríe, menos el viejo. Y tampoco Andrea, que le observa con inquietud. -Yo soy Ana Luisa --dice una de las viejas, al mismo tiempo que la otra declara llamarse Teodora. Han de repetirlo porque como hablaron a la vez resultó confuso. Desgraciadamente tampoco se les entiende a