MAFFEI.- ¡Piedad! ¡Piedad! ¡Soltadme! (Cuando está a punto de salir arrastrado, algo ve de repente hacia el lado opuesto de la calle.) ¡Esperad! ¡Esperad sólo un instante! ¿No la veis? Es Claudia. (Silencio. Cesan las voces y las campanas.) Pasábamos las tardes en el bosque, recogiendo flores. (Va hacia un extremo de la calle por el que, lentamente, llega Claudia,