trabajar o tomar las cosas en serio, por ejemplo. Así que puedo dedicarme exclusivamente a mis pecados preferidos. JULIA.- Pues ya ves, yo no soy muy exigente con los míos. A veces también me interesan los pecados... un poco plebeyos. (Estáobservandoasuhija,quesedisponeaservirse otro whisky.) Gabriela, ¿no estás bebiendo demasiado? GABRIELA.- (Displicente) Puede. JULIA.- Desde hace