, el resplandor de la luna llena dibuja un rectángulo blancuzco sobre el suelo de la estancia. En escena, sentada en un butacón, distinguimos la silueta de alguien. Al encender un cigarrillo, la llama de la cerilla o del mechero nos revela que se tratadeAdela,cubiertaconunbonitojuegodecamisónysalto de cama. Seguimos oyendo el Adagio de la Sonata 14. Cuando las notas del piano se van amortiguando hasta desaparecer, son sustituidas por el acompasado chirrido de los grillos. Por la