que la quiero. ROCIO.- ¿Cómo leche no la vas a querer, si está haciendo lo que a nadie de los tuyos le gusta? Abrir coches, obedecer donde sois capataces, limpiaros las botas y regaros lascalles.Yencimatúempeñadaenqueaprendan catalán en sus horas libres. Como si mis niños de ojos negros se hubieran ido de su tierra para estudiar idiomas. Qué asaúra más grande. MONTSERRAT.- Mira, Rocío,