de la Ilustración sino de los teólogos del XVI: el partido socialista obrero español no sólo ha renunciado al marxismo sino que acepta de buen grado la rotación democrática. Tal vez nuestros grupos dirigentes, los conservadores lo mismo que los radicales, al verseenelejemploespañol,aprendanlaprácticadela tolerancia, la crítica y el respeto a las opiniones ajenas. El pragmatismo de los partidos democráticos, especialmente de la socialdemocracia, tienen aspectos positivos. Esas virtudes se