Por fin decidió apartarlo de su vista: Una mañana salió de la oficina, tomó la dirección opuesta y no paró hasta dar con otro restaurante suficientemente alejado del primero. Cuando tomó asiento, el bullicio del comedor le hizo sentirse alegre como un pájaro en primavera yseregalóconunaopíparacomidamuyporencima de su presupuesto. Fue una decisión tajante y satisfactoria. Durante varios días le sobresaltó con frecuencia la posibilidad de un encuentro casual con el viejo camarero