Miró la superficie regular del techo impecablemente gris, o creyó que la miraba: Era exactamente igual que el paisaje de color de plomo al otro lado del ventanal. Ha de ponerse en pie por la agitación del vientre. El dolor escondido en el estómago se extiende. Locubreconlosbrazostratandodeapagarlo. Pasea en redondo. Recorre la habitación con la cabeza baja. Mira sus pasos, los sigue atentamente, procura alinearlos. Cada paso hace que sus